Con el arranque de la Semana de la Ciencia y casi coincidiendo con el debate en el Congreso de los PGE del 2013 y la difusión de un borrador del documento de Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación, los promotores de la Carta abierta por la Ciencia, entre los que se encuentra la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), presentaron un comunicado que lleva por título “Sin I+D+i no hay Futuro”. La COSCE señala que corren malos tiempos para la financiación de la investigación y ello se suma a la crítica situación de la financiación de las universidades, declarando la obligación de señalar lo que ello supone para el presente y el futuro de España.

El acto de apoyo a la I+D+i en nuestro país tuvo lugar el día 6 de noviembre de 2012, en el Salón de Actos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid y contó con una numerosa asistencia. En la primera parte, el presidente de la COSCE, Carlos Andradas, presentó y dio lectura al manifiesto, y contó con las intervenciones de representantes de las organizaciones promotoras de la Carta por la Ciencia, que incluyen a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y a las principales organizaciones sindicales y las plataformas y asociaciones de investigadores. La segunda parte consistió en una mesa redonda seguida de intervenciones por parte de los presentes.

La mesa redonda contó con las intervenciones de los reputados investigadores Juan Luis Arsuaga (Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica), Antonio García Bellido (Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, Premio Nacional Ramón y Cajal), Mateo Valero (Premio Nacional Rey Pastor, Premio Nacional Torres Quevedo) y Jesús Ávila (Premio Nacional Ramón y Cajal). Las múltiples conclusiones de la mesa, no sólo mostraron que sin investigación, desarrollo e innovación no hay futuro, sino precisamente que la inversión en el sector proporciona retornos muy superiores al de la propia inversión. Se señalaron también las consecuencias catastróficas que ocasionaría tanto el retorno a etapas históricas precedentes como cualquier disminución del número de investigadores en las universidades (que generan hoy día el 60% de la investigación en España) y centros de investigación.

El Boletín de la RSME anima a la lectura y difusión del manifiesto, que puede descargarse en: