Se trata del premio Seymour Cray de la IEEE Computer Society y es el mayor reconocimiento internacional en el campo de la computación de alto rendimiento. Hasta ahora había sido otorgado a 14 norteamericanos y dos japoneses. En 2014, por ejemplo, se distinguió a Gordon Bell, “padre del minicomputador”, especialmente por las arquitecturas PDP-6 y VAX-11/780. El de 2015 premia a Mateo Valero por sus innovadoras y fundamentales contribuciones a la supercomputación.
Sirvan estas líneas para expresar la más cordial enhorabuena de la RSME al galardonado, que se declara “de vocación matemático” y que libra una batalla incesante, a todos los niveles, a favor de la investigación de calidad. Remitimos a los lectores que deseen conocer más detalladamente los extraordinarios méritos y reconocimientos de Mateo Valero a su perfil en ArbolMat.