La Olimpiada Internacional de Matemática (IMO) vuelve este año a Rumanía, país en el que se celebró la primera de estas competiciones en 1959 con la participación de siete países. Ahora ya son más de cien los países que desde esta semana y hasta el 14 de julio concurren a esta cita con los más de seiscientos estudiantes de secundaria que han obtenido los mejores resultados en sus respectivas fases nacionales.

El equipo español que se ha desplazado a Cluj-Napoca (Rumanía) lo forman seis alumnos que acaban de terminar 2.º de Bachillerato y que proceden de cuatro comunidades autónomas:

  1. Alejandro Epelde Blanco (Comunidad de Madrid)
  2. Rodrigo Marlasca Aparicio (Comunidad de Madrid)
  3. Félix Moreno Peñarrubia (Valencia, Comunidad Valenciana)
  4. Santiago Vázquez Sáez (A Coruña, Galicia)
  5. Martín Gómez Abejón (Comunidad de Madrid)
  6. José Pérez Cano (Jaén, Andalucía)

La IMO es la más antigua y prestigiosa de las competiciones científicas preuniversitarias, y en ellas han participado muchos de los matemáticos más brillantes de las últimas décadas. De hecho, trece de los treinta y seis medallas Fields desde 1978 han sido olímpicos, y entre ellos figuran nombres como la iraní Maryam Mirzakhani, primera mujer en obtener esta distinción, que la Unión Matemática Internacional concede cada cuatro años. Los nombres de los nuevos galardonados se conocerán con ocasión del Congreso Internacional de Matemáticos, que se celebra en Rio de Janeiro del 1 al 9 de agosto de este año.

Maryam Mirzakhani, tristemente fallecida hace un año, se alzó con sendas medallas de oro en las Olimpiadas de 1994 y 1995. En ese último año también fue oro el brasileño Artur Ávila, quien recibió la Medalla Fields junto a la iraní en 2014. En esta lista figuran a su vez Stanislav Smirnov (Rusia), oro en 1986 y 1987; Ngô Bao Châu (Vietnam), oro en 1988 y 1989, y Elon Lindenstrauss (Israel), bronce en 1988. Los tres recibieron la Medalla Fields en 2010.

Antes, en 2006, la consiguieron el australiano Terence Tao, medalla de bronce, plata y oro en 1987, 1988 y 1989, y el controvertido matemático ruso Grigori Perelman (oro en 1982), quien declinó el premio, además del millón de dólares que iba a recibir por resolver uno de los “problemas del milenio”. Laurent Lafforge (Francia), Timothy Gowers y Richard Borcherds (Reino Unido), Jean Baptiste Yoccoz (Francia), Vladimir Drinfelds o Grigori Margulis (Rusia) se suman a esta prestigiosa lista.

A pesar de que la Olimpiada Matemática ha demostrado ser una herramienta imprescindible para la promoción del talento y de las vocaciones científicas, la Real Sociedad Matemática Española, que organiza esta competición en nuestro país desde 1964, lamenta el abandono que ha sufrido en los últimos años por parte del Ministerio de Educación.

“Al contrario de lo que ocurre en otros países, en España profesores y alumnos carecen de apoyo y reconocimiento al extraordinario trabajo que realizan”, asegura el presidente de la RSME, Francisco Marcellán. “Necesitamos una firme apuesta de las administraciones por los jóvenes, por el talento y por la ciencia. No podemos confiar el futuro a la buena voluntad de los colectivos que estamos comprometidos con este objetivo”. Este año, la empresa de consultoría y soluciones tecnológicas Bluetab patrocina al equipo olímpico español, dentro de su apuesta por la innovación y el talento.

La Real Sociedad Matemática Española ha venido solicitando al Ministerio de Educación español, bajo sus sucesivas denominaciones, que se dé estabilidad a la Olimpiada Matemática Española (OME) y que se asegure desde dicho ministerio la financiación de quienes participan en las competiciones internacionales, esto es, en la Olimpiada Matemática Internacional (IMO, por sus siglas en inglés), en la Olimpiada Matemática Iberoamericana (OMI) y en la European Girls’ Mathematical Olympiad (EGMO).

Los requerimientos de la RSME han resultado, por el momento, infructuosos. De hecho el equipo español en Rumanía no cuenta con financiación estatal alguna.

La carta que el pasado 23 de enero se envió al ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, solicitándole una reunión con el presidente de la RSME, Francisco Marcellán, para presentarle el programa y la estructura de la XXXIII edición de la Olimpiada Matemática Iberoamericana, que organizan la RSME y la Sociedade Portuguesa de Matemática, y se celebrará el próximo mes de septiembre de 2018 en las sedes de La Rábida (Huelva) y Montegordo (Portugal), así como para invitarle a formar parte del Comité de Honor y participar en el acto de clausura que tendrá lugar en La Rábida el viernes 28 de septiembre de 2018 con asistencia de autoridades portuguesas y españolas, ha quedado sin respuesta por parte del Ministerio.

Recientemente, el 14 de junio, la RSME volvió a insistir en estos temas y envió una carta en términos similares a la recién nombrada ministra del actual Ministerio de Educación y FP, a la que felicitó por su nombramiento. Parece que el talante de la nueva ministra es diferente, ya que ha hecho llegar al presidente una carta en la que le agradece la felicitación y el ofrecimiento de la RSME para colaborar en los ámbitos de sus competencias comunes, y le indica que confía en que la reunión se produzca lo antes posible. Aunque los temas expuestos están por el momento sin respuesta, la RSME confía en que dé contestación a sus requerimientos.