Los retratos de trece mujeres matemáticas vistieron, hasta la semana pasada, el Edifici Menador Espai Cultural de Castellón. Forman parte de la exposición Women of Mathematics Throughout Europe, que presentó una de sus promotoras, la catedrática Sylvie Paycha de la Universität Potsdam (Alemania). Paycha impartió la conferencia “Matemáticas y matemáticas: mujeres en el mundo de las matemáticas”, en el marco del V Congreso de Jóvenes Investigadores de la RSME, que tuvo lugar en la Universitat Jaume I del 27 al 31 de enero.

A primera vista, la exposición puede parecer una iniciativa más para visibilizar el trabajo de mujeres, en este caso en las matemáticas. Son muchas las iniciativas en esta línea y, gracias a ellas, nombres como Hipatia de Alejandría, Emmy Noether o Maryam Mirzakhani han pasado a formar parte del repertorio popular de matemáticos y matemáticas ilustres. Estas nuevas incorporaciones al salón de la fama de las matemáticas hacen justicia histórica en una disciplina a la que muchas mujeres no han podido acceder, y otras han accedido en inferioridad de condiciones con respecto a los hombres, y muestran que sí es posible superar los obstáculos para hacer aportaciones relevantes a las matemáticas.

Maryam Mirzakhani, tras recibir la Medalla Fields./ HuffPost

Pero no son éstas las únicas motivaciones para visibilizar a las mujeres matemáticas. La falta de referentes es una de las causas por las cuales las mujeres no eligen estudiar matemáticas o dedicarse a ellas tanto como sus compañeros, y para ofrecer estos modelos no basta con dar a conocer el trabajo de las investigadoras más prestigiosas. Aquí es precisamente donde incide la exposición Women of Mathematics, ya que las mujeres elegidas no siempre destacan por la relevancia de sus aportaciones científicas ni por el afán de superación que muestran sus caminos vitales.

En palabras de sus promotoras Sylvie Paycha, Sara Azzali y Noel Tovia Matoff, la exposición pretende “resaltar los aspectos más humanos de la producción matemática” y “hacer la disciplina más tangible” para quienes no se dedican a ella. Los testimonios recogidos en la exposición reflejan muchas maneras de vivir la profesión matemática, y muchos caminos para llegar hasta ella. Se percibe el afán de superación de algunas, pero también la ingenua curiosidad de otras por resolver problemas matemáticos sin plantearse qué posibles obstáculos se pueden encontrar.

En este sentido, la exposición hace aportaciones diferentes a diferentes públicos: por un lado, crea referentes femeninos de matemáticas “normales” con quienes las más jóvenes se pueden identificar. Por otro, resalta logros que normalmente están infravalorados con respecto a los de los hombres, equilibrando la balanza dentro de la propia comunidad matemática. Más allá, contribuye a humanizar una disciplina que suele resultar extraña al público general.

Sin embargo, la aportación más sorprendente de la exposición es la que recae sobre las propias entrevistadas: algunas comentan que haber participado en la exposición ha supuesto para ellas una oportunidad de reflexión que les ha ayudado a apreciar su propia trayectoria.

La exposición comenzó su recorrido en el 7.º Congreso Europeo de Matemáticas (ECM) celebrado en Berlín en 2016, y en sus escasos cuatro años de vida ha recorrido más de sesenta ciudades de los cinco continentes. Invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en las matemáticas a toda la sociedad y el círculo se cierra integrando a sus propias protagonistas.