Por Francisco Marcellán, presidente de la RSME

Termina un año académico que de nuevo ha transcurrido bajo los efectos de la pandemia de Covid-19 y que nos ha obligado a hacer un esfuerzo de adaptación al nuevo escenario en nuestras actividades docentes, investigadoras y profesionales. La RSME, como no puede ser de otro modo, no ha sido en absoluto ajena a esta nueva realidad y ha trabajado de forma activa y proactiva en diversos frentes. Con el apoyo y el compromiso de la comunidad matemática, la actividad de la sociedad científica no ha decaído a pesar de las difíciles condiciones que estamos viviendo.

Una muestra de este empeño ha sido el ciclo de conferencias organizado por la Comisión Científica bajo el título “Seminarios RSME Online”, celebrados cada último viernes desde el mes de enero, o el debate organizado por la Comisión de Educación para analizar el impacto de los ámbitos educativos en la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas en el marco de la LOMLOE. Todos ellos han tenido una gran acogida y un notable seguimiento.

Cabe destacar, en esta línea, iniciativas como el ciclo de actividades sobre «El futuro de las matemáticas», organizado con la Fundación Ramón Areces, que se estrenó el pasado 22 de junio con un formato de diálogo entre Alessio Figalli (ETH) y Xavier Cabré (UPC). Previamente, tuvieron lugar otros dos actos conjuntos, uno sobre “Matemáticas y Covid” moderado por David Gómez Ullate y con la participación de nuestros colegas Juan José Nieto (USC) y Ernesto Estrada (UZ), y otro sobre “Matemáticas para un futuro mejor”, en el que participaron María Jesús Carro Rossell (UCM) y Guillermo Curbera Costello (US).

Un hito a destacar también es la presentación del libro Blanco de las Matemáticas, que tuvo lugar el pasado octubre en la citada Fundación. Este trabajo colectivo supone un punto de inflexión en la estrategia a seguir por la RSME ante los diversos retos que debemos abordar en el próximo futuro y que exigirán un compromiso no solo desde la RSME sino también desde colectivos e instituciones implicados en la puesta en práctica de las recomendaciones que siguen a los análisis presentados sobre diferentes aspectos (educación, salidas profesionales, investigación, transferencia, impacto económico, género, divulgación, internacionalización, reconocimientos científicos, entre otros). Datos apuntados en el Libro Blanco, como la preocupante deficiencia de profesionales de las matemáticas en el ámbito de Bachillerato, se han puesto de manifiesto en el número de plazas que han quedado vacantes (más de 700) en la última convocatoria.

Otra muestra ha sido la colaboración con el Comité Español de Automática (CEA), que nos permitió celebrar el pasado 21 de abril un seminario conjunto sobre «Robótica Avanzada: Dos puntos de vista convergentes», en el que intervinieron como ponentes Leonardo Colombo (ICMAT) y José Manuel Pardos-Gotor (Endesa-ENEL).

La RSME avanza también en la estrategia de “género, generación y territorio”, tres principios esenciales que han guiado mi mandato como presidente en estos seis años que se iniciaron en noviembre de 2015. Así, ha adaptado sus estatutos a un lenguaje inclusivo de acuerdo con las sugerencias emanadas de diferentes organismos internacionales. No obstante, nos queda un largo camino por recorrer para conseguir una mayor participación de mujeres en las actividades de la RSME, así como el apoyo a políticas que rompan la brecha de género en los diferentes ámbitos tanto educativos como de investigación. En cuanto a jóvenes, la Comisión ha realizado un importante esfuerzo de consolidación definiendo diversas áreas de actuación en la perspectiva de abordar no solo aspectos profesionales (como el relevo generacional en el sistema universitario) sino también cuestiones derivadas de la pandemia. Por otra parte, hemos continuado la firma de convenios con universidades de cara a facilitar la labor de nuestras delegaciones y el apoyo a actividades futuras (caso de la Bienal 2022 a celebrar en Ciudad Real y el Congreso de Jóvenes 2023 que tendrá lugar en León) pero también aquellas surgidas con motivo de acciones específicas (exposiciones Imaginary, premios a trabajos Fin de Grado o Máster, presentaciones del Libro Blanco, entre otras).

Un elemento clave en las dinámicas de la RSME es el trabajo que llevan a cabo sus comisiones. El pasado mes de abril tuvo lugar una reunión con los presidentes y presidentas de todas las comisiones para debatir el protocolo de su funcionamiento, establecer líneas de actuación transversales acordes a la confluencia de temáticas, y definir acciones de dinamización y rendición de cuentas de estos órganos de gobierno interno. El siguiente paso ha sido la creación de una Comisión de Transferencia con el objetivo de dinamizar las relaciones de la RSME con el entorno socio-económico.

En estos meses hemos procurado recuperar la mayor normalidad en relación con nuestras actividades de colaboración en el ámbito internacional, como el V Encuentro conjunto SMM-RSME en Guanajuato (México), que tuvo lugar del 14 al 18 de junio de 2021 con un formato virtual; o la octava edición del ECM en Portorož (Eslovenia), después de su suspensión hace un año. La incertidumbre sanitaria ha aconsejado, sin embargo, aplazar reuniones conjuntas con otras sociedades matemáticas para las que hay nuevas fechas previstas: el Encuentro Ibérico (Sevilla, octubre de 2022), el congreso Polonia-España (Lodz, septiembre de 2023) y el RSME-UMA (Málaga, diciembre de 2022).

Junto a la labor desarrollada en las distintas fases de las olimpiadas matemáticas (la OME, celebrada virtualmente, y la OMI, que tiene lugar esta semana San Petersburgo) o el impulso de las tareas editoriales (tanto con Springer y AMS como la colección Estímulos Matemáticos RSME-SM), en este año académico hemos de resaltar el éxito del programa SteMatEsElla, una iniciativa conjunta con EJE&CON a la que en esta tercera edición se ha sumado el ICMAT y que ha contado con la colaboración del BCAM, ISDI y la Cátedra de Inteligencia Analítica de la Universidad de Oviedo.

Tras este año académico de un duro trabajo, espero que podamos recuperar energías para abordar el curso 2021-2022 con creatividad y compromiso para mejorar el día a día no sólo de RSME sino de una sociedad que necesita de las matemáticas para mejorar la comprensión del mundo que le rodea.