Mucho antes de que el MMACA (Museo de Matemáticas de Cataluña) se instalara en Cornellà, se constituyó, en 2006, la Asociación para Promover y Crear un Museo de Matemáticas en Cataluña. La entidad estaba formada por un grupo de profesores que desde hacía años utilizaba en las aulas materiales manipulativos y explicaban las matemáticas de forma más directa, basándose en el contacto personal y el descubrimiento. En esta asociación se unieron más tarde, y con el tiempo, otros docentes pertenecientes a diferentes asociaciones de profesores de matemáticas de Cataluña con el fin de intercambiar experiencias y materiales. De ahí surgió la necesidad de tener un espacio para poder ponerlos al alcance de todos.

Se comenzó con exposiciones itinerantes y la búsqueda de espacios donde poder hacer estancias largas, a fin de alcanzar el objetivo final de crear un museo de matemáticas. Ocho años más tarde, se logró tener una exposición permanente en el Palau Mercader de Cornellà de Llobregat, que fue el embrión de la actual MMACA y en 2014 se consolidó como museo. Sus objetivos son estimular y divulgar una imagen positiva de las matemáticas, acercarlas a las personas mediante experiencias interactivas y actividades manipulativas. Se pretende que con los materiales que se ponen al alcance de los visitantes, estos puedan resolver retos y tener la satisfacción de haber encontrado soluciones. En el fondo es de eso de lo que tratan las matemáticas: buscar soluciones a problemas.

En el verano de 2019 el pueblo de Casbas (Huesca) alojó el primer museo de Aragón dedicado en exclusiva a las matemáticas y además lo hizo en un escenario de lujo, el monasterio cisterciense de Casbas. A lo largo de ese verano registró más de 1600 visitas. Durante el curso escolar 2019/2020, y con clara vocación didáctica y divulgativa, comenzaron las visitas con más de 1500 estudiantes de 26 centros educativos sólo en el primer trimestre del curso. Tras una pandemia mundial y ya bien entrado el 2021, Aragón reabre su museo de matemáticas y lo hace gestionado por Planetario de Aragón en el parque tecnológico de Walqa, Huesca.

Los visitantes podrán hacer visitas dobles a estas dos joyas de la divulgación científica de Aragón: el planetario de Aragón y el museo de las matemáticas. Quienes visiten este último podrán disfrutar de cinco espacios diferentes repartidos en tres salas expositivas, una de talleres y una sala de exposiciones temporales.

En las salas expositivas, los visitantes se podrán devanar los sesos, disfrutar y aprender mucho con los distintos módulos interactivos repartidos en sus tres salas: Maria Andresa Casamayor, Maria Teresa Lozano Imizcoz y Francisco Joseph de Artiga; referentes de la ciencia estrechamente ligados a Aragón.

El MUDIC (Museo Didáctico e Interactivo de Ciencias de la Vega Baja del Segura), con una vocación claramente educativa, contiene algunos de los módulos clásicos de matemáticas en museos de ciencias: Teorema de Pitágoras: los visitantes toman las piezas de los cuadrados de los catetos de un triángulo rectángulo y reconstruyen las mismas llenando el cuadrado de la hipotenusa, realizando un puzle. Cicloide: los griegos la consideraban la más bella de las curvas. En el Museo una representación en madera de esta curva permite mediante el lanzamiento de bolas estudiar sus “curiosas” propiedades. Varas, sextante: antes de la adopción del Sistema Métrico Decimal por la mayoría de los países del mundo en cada lugar había diferentes varas de medida. En el Museo se muestran la Aragonesa, la Valenciana y la Castellana, además de un auténtico sextante de marinero. Simetrías: dos grandes espejos planos en ángulo recto permiten observar la doble reflexión que unida a la simetría del cuerpo humano permite a los visitantes simular que vuelan delante del espejo. Máquina de Dalton: un paralepípedo de metacrilato permite al visitante visualizar el comportamiento de las distribuciones de probabilidad. Unas bolitas que descienden por la caja terminan formando una distribución binomial que se aproxima a la campana de Gauss de la distribución normal. Mesa de billar: una mesa de billar elíptica permite estudiar algunas propiedades de la elipse y de la hipérbola, jugando a hacer carambolas. Calculadoras: en varios módulos se presentan al visitante y puede utilizar una calculadora manual que utiliza las propiedades de los triángulos como base para el cálculo, otra mecánica de principios del siglo XX que utiliza los engranajes y una pequeña regla de cálculo inmediatamente anterior a las calculadoras electrónicas. Espejos en ángulo: las imágenes del muñequito que está delante de los espejos en ángulo depende del ángulo. ¿Qué relación hay entre el número de imágenes y el ángulo entre los espejos?

La sala Malditas Matemáticas… ¿o no?, situada en la cuarta planta del Museo de la Ciencia de Valladolid, forma parte de su exposición permanente desde su inauguración en septiembre de 2018. Se trata de un espacio con un carácter eminentemente lúdico, en el que destacan la variedad y la interactividad de los temas tratados, constituyendo un recurso educativo para escolares de todos los niveles y un acercamiento de las Matemáticas al público general.

Un panel con dedicatorias de 45 matemáticas y matemáticos españoles da la bienvenida a este espacio, estructurado en siete ámbitos diferentes: Un1v3rs0 num3r1c0, Descubriendo figuras, Perplejidad, Emboscadas de la lógica, Azar y estadística, En busca de una solución y MateMatizArte. Cada uno de estos entornos incluye múltiples juegos y retos de dificultades variadas que desafiarán al visitante. Así, el público tendrá la oportunidad de circular sobre un triciclo de ruedas cuadradas, se convertirá en un enano o un gigante en la mágica ‘habitación de Ames’, descubrirá cómo pasar una varilla recta por una rendija curva o aprenderá por qué la mayoría de las tapas de alcantarilla son circulares. Toda la sala está recorrida por los 850 primeros decimales del número pi, entre los que se han destacado secuencias singulares como el punto Feynman (999999), números capicúas o teléfonos reales de la provincia de Valladolid. Algunas baldosas retroiluminadas destacan curiosidades sobre números, teoremas o personalidades como Hipatia, Euclides, Gauss o Maryam Mirzajani, entre otros.

La sala incluye también audiovisuales que muestran la presencia de las Matemáticas en la Naturaleza y en las Artes, y aplicaciones informáticas que retan, por ejemplo, a colorear un mandala siguiendo el teorema de los cuatro colores, o a resolver el problema del recorrido del caballo en un tablero de ajedrez.

Esta es una muestra de cuatro iniciativas. Sería estupendo que pudieran servir como inspiración para que en otros lugares se desarrollaran experiencias similares.