En las próximas semanas se celebrarán elecciones para la renovación de cuatro vocalías de la Junta de Gobierno de la RSME. Las votaciones se podrán hacer de forma presencial el día 3 de febrero por la mañana o bien por vía online en la semana o dos semanas anteriores (por decidir). En este último caso, los socios y socias deberán haber rellenado previamente el formulario web.

Los cinco candidatos para este proceso son, por orden alfabético, Javier Aramayona Delgado, Rafael Crespo García, Carlos Galindo Pastor, Maribel González Vasco y Javier Martínez Torres. Durante esta semana y la próxima publicaremos las entrevistas con todos ellos con el fin de conocer algo más de sus perfiles y propuestas de acción en la RSME.

En cualquier caso, recordamos que también se puede consultar toda la información sobre los candidatos en nuestra página web.

Javier Aramayona Delgado

JAVIER ARAMAYONA DELGADO

Javier Aramayona Delgado (Madrid, 1978) trabaja en topología de dimensión baja y teoría geométrica de grupos, un área a caballo entre la geometría, la topología y el álgebra.

Desde julio de 2020 es Científico Titular en el CSIC y trabaja en ICMAT. Así explica la que podría ser su aportación a la RSME:

“La RSME es una institución clave en la vertebración de las matemáticas españolas, y esto es así gracias al esfuerzo desinteresado de un montón de gente. Mi motivación para presentar una candidatura no nace de la crítica ni de una visión de necesidad de mejora concreta; simplemente deseo aportar mi experiencia y visión personales para contribuir a continuar construyendo acciones ilusionantes en todos los ámbitos de las matemáticas”.

Pregunta- ¿Cuáles son los grandes retos que debe afrontar la RSME el próximo año?

Javier Aramayona- El próximo año tiene pinta de que también estará dominado por la pandemia de la COVID-19. Articular mecanismos que contribuyan a la creación de una cierta normalidad dentro de este contexto debe ser una de las prioridades. A su vez, y de manera profundamente relacionada, es fundamental conseguir establecer medios para que la gente afronte esta anomalía con una igualdad real de oportunidades, y que “nadie se quede atrás”. Todo esto es aplicable a casi todos los espacios sociales y profesionales; la RSME, como cabeza visible del mundo de las matemáticas españolas, debe continuar asumiendo su liderazgo en este ámbito.

P.- Desde su amplia experiencia y visión internacional, ¿qué cree que puede hacer la RSME por los matemáticos y matemáticas en el exterior?

J. A.- El sistema académico español es complicado, y resulta muy opaco para las personas que se han ido fuera, las cuales se encuentran perdidas en un mar de homologaciones y acreditaciones. Hay algunos de estos temas sobre los que creo que hay capacidad – y necesidad – de acción inmediata: la creación de una “lista blanca” de instituciones de las que no haya que homologar el título, la racionalización del uso de índices de impacto para la evaluación de la calidad científica, etc.

P.- En el perfil de la candidatura destaca la necesidad de hacer de las matemáticas y la ciencia un ámbito inclusivo. ¿A qué se refiere cuando habla de incluir a sectores tradicionalmente infrarrepresentados?

J. A.- Históricamente ha habido una serie de perfiles profesionales reservados a determinados sectores de la sociedad. Aunque se han hecho grandes avances, seguimos teniendo un grave problema en esta dirección. En el caso concreto de las matemáticas, y como ha sido detallado en el reciente Libro Blanco de la RSME, el número de mujeres investigadoras es pequeño, y disminuye drásticamente según se avanza de grado profesional. En este sentido, creo que la sensibilidad con el tema es muy buena pero que todavía debemos profundizar en nuestra comprensión del abanico de razones que hacen que esto sea así.

Rafael Crespo García

RAFAEL CRESPO GARCÍA

Profesor en el área de análisis matemático de la Universitat de València, ha sido secretario y director de departamento, vicedecano, decano, presidente de la Conferencia de Decanos de Matemáticas y vicerrector de estudios de Postgrado. Desde 2007 dirige el programa Estalmat en la Comunitat Valenciana.

Pregunta.- ¿Qué espera aportar a la RSME y en qué ámbitos de mejora?

Rafael Crespo.- Mi experiencia de casi 45 años como profesor en la Universitat de València, desde donde me he podido proyectar al Sistema Público Universitario español en investigación, docencia, gestión y relación con otras enseñanzas. Conozco la Sociedad desde diversos ámbitos: Comisiones de Educación, Publicaciones, Olimpiadas, he sido varias veces vocal de la Junta de Gobierno. Es decir, soy un RSME, me creo la Sociedad.

P.- ¿Qué objetivos puede o debe plantearse la RSME este año?

R. C.- Continuando con la pregunta anterior entiendo que la RSME es genuina portavoz de la Comunidad Matemática Española, extremadamente variada, siendo su principal reto conseguir afiliaciones de perfiles matemáticos diversos, para desarrollar su tarea holística en “la profesión”. Y, por tanto, servir de interlocutora ante instituciones y autoridades, adelantándose a proponer soluciones a los múltiples problemas que se plantean: gestión del talento temprano, incorporación de los jóvenes, apoyo a la investigación, gestión y dotación de proyectos, dignificación de la docencia con profesionales cualificados, divulgación. Y este año colaborar a la salida de la pandemia.

P.- Como miembro de la RSME desde su refundación, ¿qué destacaría de la evolución de la Sociedad en estas últimas décadas y hacia dónde cree que debe ir?

R. C.- La Sociedad ha cumplido y colaborado en grandes logros: ICM2006, IMO2008, Libro Blanco de las Matemáticas … por poner tres ejemplos magníficos; pero no se puede caer en la autocomplacencia. Debemos incorporar a más personas para ser el Colegio Profesional al cual es necesario escuchar; tenemos escasos socios en profesorado de primaria y secundaria, y en personas con conocimientos y ex-periencia matemática en la empresa. Hemos de hacer más atractiva la RSME.

P.- Ha estado muy implicado en Estalmat y en las Olimpiadas Matemáticas. ¿Qué papel juega o debe jugar la RSME en el impulso del talento?

R. C.- Las Olimpiadas y los Premios RSME son los sellos RSME desde siempre, incluso antes de su refundación, y tenemos un excelente plantel de profesionales cuidando esos temas. Sin embargo, no todo empieza y acaba en la competición. La gestión del talento temprano, como hace Estalmat, es fundamental ya que toca un ámbito que nuestro sistema educativo no abarca. La RSME debe colaborar con la Real Academia en este tema.

Carlos Galindo Pastor

CARLOS GALINDO PASTOR

Doctor en Matemáticas por la Universidad de Valladolid y Catedrático de Universidad en el área de álgebra de la Universitat Jaume I de Castellón (UJI), donde ha sido director de departamento, pertenecido al consejo de gobierno y en la actualidad es miembro del claustro, el candidato resume así su posible contribución a la RSME:

“Si saliera elegido, me gustaría incentivar a la RSME a proponer nuevas iniciativas que permitieran mejorar sustancialmente tanto la formación como la investigación en matemáticas y también la percepción social de nuestra ciencia; creo que la RSME puede ser una buena plataforma para ello. Cuestiones como la formación matemática de nuestros jóvenes o que muchos talentos se vayan de nuestro país y no regresen, me preocupan. Probablemente esta preocupación se debe a que fui profesor de bachillerato, participo habitualmente en las EBAU y a mi labor universitaria. No obstante, dado que muchos matemáticos están actualmente vinculados a empresas privadas, creo que la RSME tiene un papel como foro de entendimiento de matemáticos dedicados a cualquier tipo de actividad”.

Pregunta.- ¿A qué objetivos estratégicos diría que se enfrenta la RSME en el próximo año?

Carlos Galindo.- Yo no pensaría en el próximo, sino en los próximos años. Veo retos en la etapa preuniversitaria, como los preocupantes resultados en los informes PISA y el uso que se hace de ellos, la falta de preocupación social por este problema y la escasez de mujeres interesadas en las matemáticas. La RSME puede ejercer un papel importante al llevar a la sociedad información veraz sobre los problemas existentes y posibles soluciones. En el campo universitario, al finalizar la pandemia, espero, con la ayuda decidida de la RSME, una explosión de buenos eventos científicos a nivel global. Con la mirada puesta en el 9ECM en Sevilla, y teniendo en cuenta el ICM previo de San Petersburgo, sería ideal que las matemáticas españolas obtuvieran reconocimiento explícito a nivel europeo (y mundial). Se trata de trabajar cada día para ello, especialmente el próximo año.

P.- ¿Qué es lo que más le preocupa del relevo generacional del que habla en su perfil de la candidatura?

C. G.- Es uno de los temas que me preocupa especialmente. En los años 70 y 80 del siglo pasado se produjo un importante impulso de las matemáticas en España. Muchos de los impulsores están a punto de jubilarse y se debería aprovechar el momento para incrementar el nivel de las matemáticas españolas. Se trata de que las citadas jubilaciones no dejen vacías de talento nuestras facultades y departamentos, sino todo lo contrario. El relevo no debería ser algo súbito sino un goteo de buenos cerebros. Creo que desde la RSME podrían hacerse buenas propuestas en este sentido, que deberían ser atendidas por el bien de la ciencia española. Finalmente, me preocupa particularmente el hecho de que los centros de enseñanza secundaria cuenten cada vez con menos matemáticos/as a la hora de impartir esta materia.

P.- ¿Qué puede aportar la RSME en el ámbito de la universidad o en qué se debe incidir?

C. G.- Muchos miembros de la RSME somos miembros de alguna universidad. La universidad siempre es un escenario prioritario porque reúne formación e investigación. Desgraciadamente en la universidad española el peso político de las matemáticas no es, en general, muy grande y por ello la RSME puede ayudar a aunar fuerzas e iniciativas para fortalecer el interés en promocionar las matemáticas en este ámbito. En el campo de la investigación en matemáticas, la financiación es pequeña, la gestión compleja y las trabas administrativas altas. Pienso que, junto a otros actores, la RSME puede ayudar a dar visibilidad y solución a este problema para favorecer que nuestra calidad científica mejore.