En el Boletín del 4 de septiembre, desde la comisión de Mujeres y Matemáticas hablamos de la importancia de la coeducación (método educativo que se fundamenta en el principio de igualdad entre sexos, que penaliza la discriminación de uno frente a otro y que proporciona a la comunidad educativa estrategias para acabar con los estereotipos de género) en el mundo no universitario. Posteriormente, en el del 9 de octubre, dimos visibilidad a recursos y actividades con las que ayudar al profesorado no universitario a desarrollar su tarea educativa bajo los principios de la coeducación en matemáticas en las primeras etapas de la enseñanza y haciendo hincapié en la importancia, especialmente en los tiempos que nos han tocado vivir, del uso de los recursos online para llevarla a cabo. Dedicarle varios de nuestros boletines a este tema pone de manifiesto nuestra firme convicción de que, desde edades tempranas, es fundamental que las alumnas sientan que son capaces de resolver cuestiones científicas igual que sus compañeros varones para poder afrontar, posteriormente, su paso por carreras técnicas con éxito.

Sin embargo, toda buena práctica y cualquier cambio significativo en el modus operandi del ser humano requiere no sólo de esfuerzo y de buena voluntad, sino también de tiempo para que sus efectos sean visibles en la sociedad. Confiamos en que esto último, y no otro, sea el motivo de los resultados reflejados en el nuevo informe, publicado el pasado mes de diciembre 2020, por el denominado TIMSS (Trends in International Mathematics and Science Study), programa internacional que se encarga de la evaluación de conocimientos de matemáticas y ciencias del alumnado en los grados cuarto y octavo (4.º primaria y 2.º ESO) de 58 países del mundo, llevada a cabo por el Centro Nacional de Estadísticas de Educación de EE.UU., y que fue desarrollado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA) para permitir que las naciones participantes compararan el logro educativo de los estudiantes a través de las fronteras.

En el último estudio realizado a los alumnos de 4.º de primaria se observa que la brecha de género en nuestra área aparece desde edades muy tempranas en las aulas españolas. El informe indica que, en general, España se sitúa en la asignatura de Matemáticas en 502 puntos, 11 puntos por debajo de la media europea y 25 por debajo de la de los países desarrollados, cuya lista está encabezada por los asiáticos. Atendiendo al género, la diferencia entre chicas y chicos españoles es de 15 puntos a favor de ellos. Además, cuentan con una menor representación en el grupo de rezagados y más en el de excelentes. Si observamos el resultado específico por grupos de rendimiento se deduce que el 37 % de las chicas españolas no llegan ni siquiera a un nivel intermedio, 5 puntos más que los chicos y 9 respecto a las niñas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) del mismo curso. En el extremo contrario, esto es, el grupo alto y avanzado, solo aparece un 22 % de niñas, frente a un 31 % de chicos españoles.

Se deduce de estos resultados, además, algo que ya temíamos y es que las alumnas de últimos años de la educación primaria ven las matemáticas como algo que no es cercano a ellas, demasiado competitivo, y no se creen capaces de ser buenas en esta materia en un futuro.

Como siempre hemos defendido, este pensamiento está muy alejado de la realidad; sabemos que cuando los estudiantes están igual de motivados y reciben una educación sin sesgo de género, ellas son igual de capaces que ellos de obtener buenos o incluso mejores resultados en matemáticas y otras ciencias en todos los niveles educativos, incluidos el universitario. Sin ir más lejos, justamente hace un par de semanas se entregaron los premios WonNow que reconocen a las mejores alumnas de grados universitarios técnicos de nuestro país y que valoran, además de los expedientes brillantes de las concursantes, su trayectoria personal y social. Además de los 10 000 euros que recibe la alumna con mejor expediente académico, las 11 estudiantes recientemente premiadas han recibido becas remuneradas para trabajar en CaixaBank y el acceso a un programa de mentoring de Microsoft. Con estos premios se reconoce la excelencia femenina en grados universitarios técnicos y se pretende animar a las jóvenes españolas a cursar estudios CTIM, poniendo de manifiesto que son muy capaces de obtener resultados excelentes en estas disciplinas que hoy en día proporcionan grandes oportunidades laborales y en las que, exceptuando algunos lugares de nuestro territorio español donde la brecha se va cerrando sustancialmente, en general hay escasa presencia femenina.